Génesis 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50
1Entonces Jacob levantó la vista y vio a Esaú, quien se acercaba con sus cuatrocientos hombres. Por eso, repartió a los niños entre Lea, Raquel y sus dos esposas esclavas.
5Después Esaú miró a las mujeres y a los niños, y preguntó:
—¿Quiénes son esas personas que vienen contigo?
—Son los hijos que Dios, en su misericordia, me ha dado a mí, tu siervo —contestó Jacob.
6Después las esposas esclavas se presentaron con sus hijos y se inclinaron ante él.
8—¿Y qué eran todos esos rebaños y esas manadas que encontré en el camino? —preguntó Esaú.
—Son un regalo, mi señor, para asegurar tu amistad —contestó Jacob.
9—Hermano mío, yo tengo más que suficiente —dijo Esaú—. Guarda para ti lo que tienes.
10—No —insistió Jacob—, si he logrado tu favor, te ruego que aceptes este regalo de mi parte. ¡Y qué alivio es ver tu amigable sonrisa! ¡Es como ver el rostro de Dios!
Debido a la insistencia de Jacob, Esaú finalmente aceptó el regalo.
12—Bien —dijo Esaú—, vamos. Yo iré delante de ti.
13Pero Jacob respondió:
—Tú mismo puedes ver, mi señor, que algunos de los niños son muy pequeños, y los rebaños y las manadas también tienen sus crías. Si se les hace caminar mucho, aunque fuera un solo día, todos los animales podrían morir.
15—De acuerdo —dijo Esaú—, pero déjame al menos asignarte a algunos de mis hombres para que los guíen y los protejan.
—No es necesario —respondió Jacob—. ¡Basta que me hayas recibido amigablemente, mi señor!
16Entonces Esaú se dio la vuelta y emprendió el camino de regreso a Seir ese mismo día.
18Después de viajar todo el trayecto desde Padán-aram, Jacob llegó sano y salvo a la ciudad de Siquem, en la tierra de Canaán. Una vez allí, estableció su campamento fuera de la ciudad.