1Cuando Herodes Antipas, el gobernante de Galilea,*14:1 En griego Herodes el tetrarca. Herodes Antipas era un hijo del rey Herodes y gobernaba sobre Galilea. oyó hablar de Jesús,
3Pues Herodes había arrestado y encarcelado a Juan como un favor para su esposa, Herodías (exesposa de Felipe, el hermano de Herodes).
6Pero durante la fiesta de cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías bailó una danza que a él le agradó mucho;
13En cuanto Jesús escuchó la noticia, salió en una barca a un lugar alejado para estar a solas; pero las multitudes oyeron hacia dónde se dirigía y lo siguieron a pie desde muchas ciudades.
15Esa tarde, los discípulos se le acercaron y le dijeron:
—Este es un lugar alejado y ya se está haciendo tarde. Despide a las multitudes para que puedan ir a las aldeas a comprarse comida.
16Jesús les dijo:
—Eso no es necesario; denles ustedes de comer.
17—¡Pero lo único que tenemos son cinco panes y dos pescados! —le respondieron.
18—Tráiganlos aquí —dijo Jesús.
19Luego le dijo a la gente que se sentara sobre la hierba. Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró hacia el cielo y los bendijo. Después partió los panes en trozos y se los dio a sus discípulos, quienes los distribuyeron entre la gente.
22Inmediatamente después, Jesús insistió en que los discípulos regresaran a la barca y cruzaran al otro lado del lago mientras él enviaba a la gente a casa.
24Mientras tanto, los discípulos se encontraban en problemas lejos de tierra firme, ya que se había levantado un fuerte viento y luchaban contra grandes olas.
27Pero Jesús les habló de inmediato:
—No tengan miedo —dijo—. ¡Tengan ánimo! ¡Yo estoy aquí!*14:27 O ¡El “Yo Soy” está aquí! En griego dice Yo soy. Ver Ex 3:14.
28Entonces Pedro lo llamó:
—Señor, si realmente eres tú, ordéname que vaya hacia ti caminando sobre el agua.
29—Sí, ven —dijo Jesús.
Entonces Pedro se bajó por el costado de la barca y caminó sobre el agua hacia Jesús,
—¡Sálvame, Señor! —gritó.
31De inmediato, Jesús extendió la mano y lo agarró.
—Tienes tan poca fe —le dijo Jesús—. ¿Por qué dudaste de mí?
32Cuando subieron de nuevo a la barca, el viento se detuvo.
34Después de cruzar el lago, arribaron a Genesaret.