Navegar

Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

2 Samuel 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24

2 Samuel 7:1-29, NTV

2 Samuel 7

Pacto del Señor con David

1Una vez que David se instaló en el palacio, y el Señor le dio descanso de los enemigos que lo rodeaban, 2el rey mandó llamar al profeta Natán.

—Mira —le dijo David—, yo vivo en un hermoso palacio de cedro,*7:2 En hebreo una casa de cedro. ¡mientras que el arca de Dios está allá afuera en una carpa!

3Natán le respondió al rey:

—Adelante, haz todo lo que tienes pensado porque el Señor está contigo.

4Pero esa misma noche el Señor le dijo a Natán:

5«Ve y dile a mi siervo David: “Esto ha declarado el Señor: ¿acaso eres tú el que me debe construir una casa en la que yo viva? 6Desde el día en que saqué a los israelitas de Egipto hasta hoy, nunca he vivido en una casa. Siempre fui de un lugar a otro con una carpa y un tabernáculo como mi morada. 7Sin embargo, dondequiera que fui con los israelitas, ni una sola vez me quejé ante los jefes de las tribus de Israel, los pastores de mi pueblo Israel. Nunca les pregunté: ‘¿Por qué no me han construido una hermosa casa de cedro?’”.

8»Ahora ve y dile a mi siervo David: “Esto ha declarado el Señor de los Ejércitos Celestiales: te saqué de cuidar ovejas en los pastos y te elegí para que fueras el líder de mi pueblo Israel. 9He estado contigo dondequiera que has ido y destruí a todos tus enemigos frente a tus propios ojos. ¡Ahora haré que tu nombre sea tan famoso como el de los grandes que han vivido en la tierra! 10Le daré una patria a mi pueblo Israel y lo estableceré en un lugar seguro donde nunca será molestado. Las naciones malvadas no lo oprimirán como lo hicieron en el pasado, 11cuando designé jueces para que gobernaran a mi pueblo Israel; y te daré descanso de todos tus enemigos.

»”Además, el Señor declara que construirá una casa para ti, ¡una dinastía de reyes! 12Pues cuando mueras y seas enterrado con tus antepasados, levantaré a uno de tus hijos de tu propia descendencia y fortaleceré su reino. 13Él es quien edificará una casa —un templo— para mi nombre, y afirmaré su trono real para siempre. 14Yo seré su padre, y él será mi hijo. Si peca, lo corregiré y lo disciplinaré con vara, como lo haría cualquier padre. 15Pero no le retiraré mi favor como lo retiré de Saúl, a quien quité de tu vista. 16Tu casa y tu reino continuarán para siempre delante de mí,*7:16 Así aparece en la versión griega y en algunos manuscritos hebreos; el texto masorético dice delante de ti. y tu trono estará seguro para siempre”».

17Entonces Natán regresó adonde estaba David y repitió todo lo que el Señor le había dicho en la visión.

Oración de gratitud de David

18Entonces el rey David entró y se sentó delante del Señor y oró:

«¿Quién soy yo, oh Señor Soberano, y qué es mi familia para que me hayas traído hasta aquí? 19Y ahora, Señor Soberano, sumado a todo lo demás, ¡hablas de darle a tu siervo una dinastía duradera! ¿Tratas a todos de esta manera, oh Señor Soberano?*7:19Esta es tu instrucción para toda la humanidad, oh Señor Soberano.

20»¿Qué más puedo decirte? Tú sabes cómo es realmente tu siervo, Señor Soberano. 21Debido a tu promesa y según tu voluntad hiciste todas estas grandes cosas y las diste a conocer a tu siervo.

22»¡Qué grande eres, oh Señor Soberano! No hay nadie como tú. ¡Nunca hemos oído de otro Dios como tú! 23¿Qué otra nación sobre la tierra es como tu pueblo Israel? ¿Qué otra nación, oh Dios, has redimido de la esclavitud para que sea tu pueblo? Te hiciste un gran nombre cuando redimiste a tu pueblo de Egipto. Realizaste imponentes milagros y expulsaste a las naciones y a los dioses que le impidieron el paso.*7:23 Así aparece en la versión griega (ver también 1 Cr 17:21); en hebreo dice Te hiciste un nombre e hiciste asombrosos milagros para tu tierra ante tu pueblo, a quienes redimiste de Egipto, las naciones y sus dioses. 24Hiciste de Israel tu pueblo para siempre y tú, oh Señor, llegaste a ser su Dios.

25»Y ahora, oh Señor Dios, yo soy tu siervo; haz lo que prometiste respecto a mí y a mi familia. Confírmalo como una promesa que durará para siempre. 26Que tu nombre sea honrado para siempre, de modo que todos digan: “¡El Señor de los Ejércitos Celestiales es Dios sobre Israel!”. Que la casa de tu siervo David permanezca delante de ti para siempre.

27»Oh Señor de los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel, yo me he atrevido a elevarte esta oración porque le revelaste todo esto a tu siervo con las siguientes palabras: “Construiré una casa para ti, ¡una dinastía de reyes!”. 28Pues tú eres Dios, oh Señor Soberano; tus palabras son verdad, y le has prometido estas cosas buenas a tu siervo. 29Ahora que te complazca bendecir la casa de tu siervo para que permanezca para siempre delante de ti. Has hablado, y cuando concedes una bendición a tu siervo, oh Señor Soberano, ¡es una bendición eterna!».

2 Samuel 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24