Navegar

Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Marcos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16

Marcos 6:1-56, NTV

Marcos 6

Jesús es rechazado en Nazaret

1Jesús salió de esa región y regresó con sus discípulos a Nazaret, su pueblo. 2El siguiente día de descanso, comenzó a enseñar en la sinagoga, y muchos de los que lo oían quedaban asombrados. Preguntaban: «¿De dónde sacó toda esa sabiduría y el poder para realizar semejantes milagros?». 3Y se burlaban: «Es un simple carpintero, hijo de María*6:3a Algunos manuscritos dicen Es tan solo el hijo del carpintero y de María. y hermano de Santiago, José,*6:3b La mayoría de los manuscritos dicen Joses; ver Mt 13:55. Judas y Simón. Y sus hermanas viven aquí mismo entre nosotros». Se sentían profundamente ofendidos y se negaron a creer en él.

4Entonces Jesús les dijo: «Un profeta recibe honra en todas partes menos en su propio pueblo y entre sus parientes y su propia familia». 5Y, debido a la incredulidad de ellos, Jesús no pudo hacer ningún milagro allí, excepto poner sus manos sobre algunos enfermos y sanarlos. 6Y estaba asombrado de su incredulidad.

Jesús envía a los doce discípulos

Después Jesús fue de aldea en aldea enseñando a la gente. 7Reunió a sus doce discípulos, comenzó a enviarlos de dos en dos y les dio autoridad para expulsar espíritus malignos.*6:7 En griego impuros. 8Les dijo que no llevaran nada para el viaje —ni comida, ni bolso de viaje, ni dinero*6:8 En griego ni monedas de cobre en su cinturón.— sino solo un bastón. 9Les permitió llevar sandalias pero no una muda de ropa.

10Les dijo: «Por todo lugar que vayan, quédense en la misma casa hasta salir de la ciudad. 11Pero si en algún lugar se niegan a recibirlos o a escucharlos, sacúdanse el polvo de los pies al salir para mostrar que abandonan a esas personas a su suerte».

12Entonces los discípulos salieron y decían a todos que se arrepintieran de sus pecados y volvieran a Dios. 13También expulsaban muchos demonios y sanaban a muchos enfermos ungiéndolos con aceite de oliva.

Muerte de Juan el Bautista

14El rey Herodes Antipas pronto oyó hablar de Jesús, porque todos hablaban de él. Algunos decían:*6:14 Algunos manuscritos dicen Él decía. «Este debe ser Juan el Bautista que resucitó de los muertos. Por eso puede hacer semejantes milagros». 15Otros decían: «Es Elías». Incluso otros afirmaban: «Es un profeta como los grandes profetas del pasado».

16Cuando Herodes oyó hablar de Jesús, dijo: «Juan, el hombre que yo decapité, ha regresado de los muertos».

17Pues Herodes había enviado soldados para arrestar y encarcelar a Juan para hacerle un favor a Herodías. Él se casó con ella a pesar de que era esposa de su hermano, Felipe. 18Juan le había estado diciendo a Herodes: «Es contra la ley de Dios que te cases con la esposa de tu hermano». 19Por eso Herodías le guardaba rencor a Juan y quería matarlo; pero sin el visto bueno de Herodes, ella no podía hacer nada, 20porque Herodes respetaba a Juan y lo protegía porque sabía que era un hombre bueno y santo. Herodes se inquietaba mucho siempre que hablaba con Juan, pero aun así le gustaba escucharlo.

21Finalmente, Herodías tuvo su oportunidad en el cumpleaños de Herodes. Él dio una fiesta para los altos funcionarios de su gobierno, los oficiales del ejército y los ciudadanos prominentes de Galilea. 22Luego la hija del rey, también llamada Herodías,*6:22 Algunos manuscritos dicen la hija de la propia Herodías. entró y bailó una danza que agradó mucho a Herodes y a sus invitados. «Pídeme lo que quieras —le dijo el rey a la muchacha— y te lo daré». 23Incluso juró: «Te daré cualquier cosa que me pidas, ¡hasta la mitad de mi reino!».

24Ella salió y le preguntó a su madre:

—¿Qué debo pedir?

Su madre le dijo:

—¡Pide la cabeza de Juan el Bautista!

25Así que la muchacha regresó de prisa y le dijo al rey:

—¡Quiero ahora mismo la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja!

26Entonces el rey se arrepintió profundamente de lo que había dicho, pero debido a los juramentos que había hecho delante de sus invitados, no le podía negar lo que pedía. 27Así que envió de inmediato a un verdugo a la prisión para que le cortara la cabeza a Juan y luego se la trajera. El soldado decapitó a Juan en la prisión, 28trajo su cabeza en una bandeja y se la dio a la muchacha, quien se la llevó a su madre. 29Cuando los discípulos de Juan oyeron lo que había sucedido, fueron a buscar el cuerpo y lo pusieron en una tumba.

Jesús alimenta a cinco mil

30Los apóstoles regresaron de su viaje y le contaron a Jesús todo lo que habían hecho y enseñado. 31Entonces Jesús les dijo: «Vayamos solos a un lugar tranquilo para descansar un rato». Lo dijo porque había tanta gente que iba y venía que Jesús y sus apóstoles no tenían tiempo ni para comer.

32Así que salieron en la barca a un lugar tranquilo, donde pudieran estar a solas; 33pero muchos los reconocieron y los vieron salir, y gente de muchos pueblos corrió a lo largo de la orilla y llegó antes que ellos. 34Cuando Jesús salió de la barca, vio a la gran multitud y tuvo compasión de ellos porque eran como ovejas sin pastor. Entonces comenzó a enseñarles muchas cosas.

35Al atardecer, los discípulos se le acercaron y le dijeron:

—Este es un lugar alejado y ya se está haciendo tarde. 36Despide a las multitudes para que puedan ir a las granjas y aldeas cercanas a comprar algo de comer.

37Jesús les dijo:

—Denles ustedes de comer.

—¿Con qué? —preguntaron—. ¡Tendríamos que trabajar durante meses para ganar suficiente*6:37 En griego Costaría 200 denarios. Un denario equivalía a la paga de un obrero por una jornada completa de trabajo. a fin de comprar comida para toda esta gente!

38—¿Cuánto pan tienen? —preguntó—. Vayan y averigüen.

Ellos regresaron e informaron:

—Tenemos cinco panes y dos pescados.

39Entonces Jesús les dijo a los discípulos que sentaran a la gente en grupos sobre la hierba verde. 40Así que se sentaron en grupos de cincuenta y de cien.

41Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró hacia el cielo y los bendijo. Luego, a medida que partía los panes en trozos, se los daba a sus discípulos para que los distribuyeran entre la gente. También dividió los pescados para que cada persona tuviera su porción. 42Todos comieron cuanto quisieron, 43y después los discípulos juntaron doce canastas con lo que sobró de pan y pescado. 44Un total de cinco mil hombres y sus familias se alimentaron.*6:44 Algunos manuscritos dicen se alimentaron de los panes.

Jesús camina sobre el agua

45Inmediatamente después, Jesús insistió en que sus discípulos regresaran a la barca y comenzaran a cruzar el lago hacia Betsaida mientras él enviaba a la gente a casa. 46Después de despedirse de la gente, subió a las colinas para orar a solas.

47Muy tarde esa misma noche, los discípulos estaban en la barca en medio del lago y Jesús estaba en tierra, solo. 48Jesús vio que ellos se encontraban en serios problemas, pues remaban con mucha fuerza y luchaban contra el viento y las olas. A eso de las tres de la madrugada,*6:48 En griego Cerca de la cuarta vigilia de la noche. Jesús se acercó a ellos caminando sobre el agua. Su intención era pasarlos de largo, 49pero cuando los discípulos lo vieron caminar sobre el agua, gritaron de terror pues pensaron que era un fantasma. 50Todos quedaron aterrados al verlo.

Pero Jesús les habló de inmediato: «No tengan miedo —dijo—. ¡Tengan ánimo! ¡Yo estoy aquí!*6:50¡El “Yo Soy” está aquí! En griego dice Yo soy. Ver Ex 3:14.». 51Entonces subió a la barca, y el viento se detuvo. Ellos estaban totalmente asombrados 52porque todavía no entendían el significado del milagro de los panes. Tenían el corazón demasiado endurecido para comprenderlo.

53Después de cruzar el lago, arribaron a Genesaret. Llevaron la barca hasta la orilla 54y bajaron. Los habitantes reconocieron a Jesús enseguida 55y corrieron por toda la región llevando a los enfermos en camillas hasta donde oían que él estaba. 56Por donde iba —fueran aldeas, ciudades o granjas— le llevaban enfermos a las plazas. Le suplicaban que permitiera a los enfermos tocar al menos el fleco de su túnica, y todos los que tocaban a Jesús eran sanados.

Marcos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16