1Cuando Jesús terminó de decir esas cosas, salió de Galilea y descendió a la región de Judea, al oriente del río Jordán.
3Unos fariseos se acercaron y trataron de tenderle una trampa con la siguiente pregunta:
—¿Se permite que un hombre se divorcie de su esposa por cualquier motivo?
4Jesús respondió:
—¿No han leído las Escrituras? Allí está escrito que, desde el principio, “Dios los hizo hombre y mujer”*19:4 Gn 1:27; 5:2..
7—Entonces —preguntaron—, ¿por qué dice Moisés en la ley que un hombre podría darle a su esposa un aviso de divorcio por escrito y despedirla?*19:7 Ver Dt 24:1.
8Jesús contestó:
—Moisés permitió el divorcio solo como una concesión ante la dureza del corazón de ustedes, pero no fue la intención original de Dios.
10Entonces los discípulos le dijeron:
—Si así son las cosas, ¡será mejor no casarse!
11—No todos pueden aceptar esta palabra —dijo Jesús—. Solo aquellos que reciben la ayuda de Dios.
13Cierto día, algunos padres llevaron a sus niños a Jesús para que pusiera sus manos sobre ellos y orara por ellos. Pero los discípulos regañaron a los padres por molestar a Jesús.
14Pero Jesús les dijo: «Dejen que los niños vengan a mí. ¡No los detengan! Pues el reino del cielo pertenece a los que son como estos niños».
16Alguien se acercó a Jesús con la siguiente pregunta:
—Maestro,*19:16 Algunos manuscritos dicen Maestro bueno. ¿qué buena acción tengo que hacer para tener la vida eterna?
17—¿Por qué me preguntas a mí sobre lo que es bueno? —respondió Jesús—. Solo hay Uno que es bueno; pero para contestar a tu pregunta, si deseas recibir la vida eterna, cumple*19:17 Algunos manuscritos dicen continúa cumpliendo. los mandamientos.
18—¿Cuáles? —preguntó el hombre.
Y Jesús le contestó:
—“No cometas asesinato; no cometas adulterio; no robes; no des falso testimonio;
20—He obedecido todos esos mandamientos —respondió el joven—. ¿Qué más debo hacer?
21Jesús le dijo:
—Si deseas ser perfecto, anda, vende todas tus posesiones y entrega el dinero a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Después ven y sígueme.
22Cuando el joven escuchó lo que Jesús le dijo, se fue triste porque tenía muchas posesiones.
23Entonces Jesús dijo a sus discípulos: «Les digo la verdad, es muy difícil que una persona rica entre en el reino del cielo.
25Los discípulos quedaron atónitos.
—Entonces, ¿quién podrá ser salvo? —preguntaron.
26Jesús los miró y les dijo:
—Humanamente hablando es imposible, pero para Dios todo es posible.
27Entonces Pedro le dijo:
—Nosotros hemos dejado todo para seguirte. ¿Qué recibiremos a cambio?
28Jesús contestó:
—Les aseguro que cuando el mundo se renueve*19:28a O en la regeneración. y el Hijo del Hombre*19:28b «Hijo del Hombre» es un título que Jesús empleaba para referirse a sí mismo. se siente sobre su trono glorioso, ustedes que han sido mis seguidores también se sentarán en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.