1En los días en que los jueces gobernaban Israel, un hambre severa azotó la tierra. Por eso, un hombre de Belén de Judá dejó su casa y se fue a vivir a la tierra de Moab, junto con su esposa y sus dos hijos.
3Tiempo después murió Elimelec, y Noemí quedó sola con sus dos hijos.
6Estando en Moab, Noemí se enteró de que el Señor había bendecido a su pueblo en Judá al volver a darle buenas cosechas. Entonces Noemí y sus nueras se prepararon para salir de Moab y regresar a su tierra natal.
8Sin embargo, ya puestas en camino, Noemí les dijo a sus dos nueras:
—Vuelva cada una a la casa de su madre, y que el Señor las recompense por la bondad que mostraron a sus esposos y a mí.
Entonces les dio un beso de despedida y todas se echaron a llorar desconsoladas.
10—No —le dijeron—, queremos ir contigo a tu pueblo.
11Pero Noemí respondió:
—¿Por qué habrían de continuar conmigo? ¿Acaso puedo tener más hijos que crezcan y sean sus esposos?
14Entonces volvieron a llorar juntas y Orfa se despidió de su suegra con un beso, pero Rut se aferró con firmeza a Noemí.
15—Mira —le dijo Noemí—, tu cuñada regresó a su pueblo y a sus dioses. Tú deberías hacer lo mismo.
16Pero Rut respondió:
—No me pidas que te deje y regrese a mi pueblo. A donde tú vayas, yo iré; dondequiera que tú vivas, yo viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios.
18Cuando Noemí vio que Rut estaba decidida a irse con ella, no insistió más.
19De modo que las dos siguieron el viaje. Cuando entraron a Belén, todo el pueblo se conmocionó por causa de su llegada.
—¿De verdad es Noemí? —preguntaban las mujeres.
20—No me llamen Noemí —contestó ella—. Más bien llámenme Mara,*1:20 Noemí significa «placentera»; Mara quiere decir «amarga». porque el Todopoderoso me ha hecho la vida muy amarga.
22Así que Noemí regresó de Moab acompañada de su nuera Rut, la joven moabita. Llegaron a Belén a fines de la primavera, al comienzo de la cosecha de la cebada.