Génesis 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50
1Entonces José fue a ver al faraón y le dijo: «Mi padre y mis hermanos han llegado desde la tierra de Canaán. Vinieron con todos sus rebaños, sus manadas y sus posesiones, y ahora están en la región de Gosén».
2José llevó con él a cinco de sus hermanos y se los presentó al faraón.
—¿A qué se dedican?
—Nosotros, sus siervos —contestaron ellos—, somos pastores, al igual que nuestros antepasados.
5Entonces el faraón le dijo a José: «Ahora que tu padre y tus hermanos han venido a estar aquí contigo,
7Entonces José hizo entrar a su padre Jacob y se lo presentó al faraón. Entonces Jacob bendijo al faraón.
8—¿Cuántos años tienes? —le preguntó el faraón.
9Jacob respondió:
—He andado por este mundo ya ciento treinta arduos años; pero mi vida ha sido corta en comparación con la de mis antepasados.
10Entonces Jacob volvió a bendecir al faraón antes de salir del palacio.
11Por lo tanto, José asignó la mejor tierra de Egipto —la región de Ramsés— a su padre y a sus hermanos, y los estableció allí, tal como el faraón había ordenado.
13Mientras tanto, el hambre se hizo tan intensa que se acabó todo el alimento, y la gente por toda la tierra de Egipto y la de Canaán se moría de hambre.
—¡Ya no tenemos dinero! —clamaron—. Por favor, denos alimentos, ¡o moriremos ante sus propios ojos!
16José respondió:
—Ya que no tienen dinero, tráiganme sus animales. Yo les daré alimentos a cambio de sus animales.
17Entonces llevaron sus animales a José a cambio de alimentos. A cambio de sus caballos, rebaños de ovejas y cabras, manadas de ganado y burros, José les proveyó alimentos para un año más.
18Entonces ese año llegó a su fin. Al año siguiente, ellos acudieron nuevamente a José y le dijeron: «No podemos ocultarle la verdad, señor. Se nos acabó el dinero, y todas nuestras manadas de animales son suyas. Ya no nos queda nada para entregarle, excepto nuestro cuerpo y nuestras tierras.
20José, pues, compró toda la tierra de Egipto para el faraón. Todos los egipcios le vendieron sus campos debido a que el hambre era severa. Así que pronto toda la tierra pasó a ser posesión del faraón.
23Entonces José le dijo al pueblo:
—Miren, hoy los he comprado a ustedes y a sus tierras para el faraón. Les proporcionaré semillas para que puedan sembrar los campos.
25—¡Usted nos ha salvado la vida! —exclamaron ellos—. Permítanos, señor nuestro, ser los esclavos del faraón.
26Entonces José emitió un decreto, aún vigente en la tierra de Egipto, según el cual el faraón recibiría una quinta parte de todas las cosechas cultivadas en su tierra. Solo la región perteneciente a los sacerdotes no fue entregada al faraón.
27Mientras tanto, el pueblo de Israel se estableció en la región de Gosén, en Egipto. Allí adquirieron propiedades, y fueron prósperos y la población creció con rapidez.
29Cuando se acercaba el momento de su muerte, Jacob*47:29 En hebreo Israel; también en 47:31b. Ver nota en 35:21. llamó a su hijo José, y le dijo:
—Te ruego que me hagas un favor. Pon tu mano debajo de mi muslo y jura que me tratarás con amor inagotable al hacer honor a esta última petición: no me entierres en Egipto;
Entonces José prometió:
—Haré lo que me pides.
31—Jura que lo harás —insistió Jacob.
Así que José hizo juramento, y Jacob se inclinó con humildad en la cabecera de su cama.*47:31 La versión griega dice e Israel se inclinó para adorar, apoyado en su vara. Comparar Hb 11:21.